En sólo en un fin de semana se realizaron razzias en los barrios populares de la ciudad, con más de 1500 policías fuertemente armados, entrando a casas, golpeando, amenazando, robando, y deteniendo cerca de mil jóvenes sin razón alguna. De ellos, según la propia policía, sólo 5 estarían vinculados a “algún delito penal”. También se sufrieron dos casos de gatillo fácil: Brian Jesús Waima (16) y Nicolás Peralta (16).
Detenciones por ser pobre, por joven, por estar, por ser un símbolo enemigo del Estado Policial (de Sitio).
Ante la violencia institucional; bronca organizada, hastío en movimiento. Ni un pibe menos.